Juan Cruz Cruz estudia en Razón dietética (Sonega, 1999, 350 págs. a doble columna) los motivos que mueven al ser humano a seguir unas dietas o a seleccionar sus alimentos: no sólo el hambre fisiológica dirige esa selección, sino las ideas culturales que mueven a la sociedad. De ahí la gran variedad de apetencias nutritivas, la refinada percepción de determinados alimentos, el complejo acercamiento a la comida desde el punto de vista afectivo.

La idea central del libro es que un alimento no es un conjunto de hidratos de carbono, minerales y vitaminas; es eso, claro está, más unaforma, la forma de cultura, de religión, de aceptabilidad social que tiene: el alimento humano es un símbolo que aceptamos o rechazamos. Por eso, lo que en algunos ámbitos puede resultar repugnante o abominable, en otros sitios es valorado como un alimento básico. La industria alimentaria, la culinaria y la dietética están hondamente implicadas en esta valoración.

Una de las cuestiones actuales que el libro estudia es la estética de la delgadez la cual no es solamente una meta biológica, sino también cultural: existe una correspondencia entre la forma de alimentarse y la belleza estimada en la corporalidad humana. La delgadez parece ser un camino sin retorno en el mundo civilizado: incluso llega a convertirse en un problema patológico.