Me ha enviado Sebastián Damunt, desde Murcia, fotocopia de un delicioso ejemplar que ha encontrado en la envidiable biblioteca que su padre le legó. Me aclara que son dos hojas (cuatro caras a dos columnas) encuadernadas como un librito. Y lo más sabroso del envío es que se trata de un férvido poema sobre … el puerco.
La trova es larga en extensión: tiene cincuenta y ocho estrofas; pero es larga también en materia especulativa, pues agota las lindezas que imaginablemente puedan decirse de ese animal.
Aunque en el frontispicio del original no figura el autor, al finalizar el poema podemos leer: Con licencia, en Barcelona, en casa Lorenzo Dèu, Año 1613. Y véndense en su casa delante el Palacio del Rey. Tenemos, por lo tanto, el año y el nombre de un tal Lorenzo Dèu, cuya casa estaba en Barcelona, delante del Palacio del Rey. He ahí el sujeto y su tiempo.
El autor compone su poema en estrofas que tienen forma de quintillas, o sea, con cinco versos, en este caso de ocho sílabas. La rima es siempre consonante; y se atiene a dos principios básicos de esta composición. Primero: que en las estrofas no pueden tener la misma rima tres versos seguidos. Segundo: que los versos no pueden acabar en pareado ni quedar alguno suelto o sin rima. Seguir leyendo