Jan Josef Horemans (s. XVIII), "La Cocinera". Escena de la vida cotidiana en la cocina de un antiguo hogar europeo.

El hombre, un «comedor» universal

Entre todos los vivientes, sólo el hom­bre, al intentar alimen­tarse, produce una cocina gastronómica. También los animales se nutren -dice Dancer-, pero no tienen una cocina. Acaso la práctica de la fermentación de algunos productos, como el hueso que el perro entierra, sea ya un embrión de «cocina», o sea, de preparación y perfeccionamiento del ali­mento. Pero la cocina, como perfecciona­mien­to de la alimentación, es un fenó­meno de tipo estrictamente cultural: y aunque exista algún rasgo de cocina en algunos animales, es el hombre el que la somete a in­venciones y la de­sarrolla. A su vez, la gastronomía es un paso más hacia un progresivo perfeccionamiento de la coci­na misma. Seguir leyendo